Mi pequeño gran huerto
- Pablo D´Ors
- hace 16 horas
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En realidad, voy comprendiendo que siempre sucede lo que tiene que suceder. (…) El devenir es mucho más sabio que nuestras ideas o planes. Pensar lo contrario es un error de perspectiva y la causa última de nuestro sufrimiento y de nuestra infelicidad.
Solo sufrimos porque pensamos que las cosas deberían ser de otra manera. En cuanto abandonamos esta pretensión, dejamos de sufrir. En cuanto dejamos de imponer nuestros esquemas a la realidad, la realidad deja de presentarse adversa o propensa y comienza a manifestarse tal cual es, sin ese patrón valorativo que nos impide acceder a ella misma. (…)
El mundo tiene graves problemas por resolver y el ser humano está, por lo general, embebido en problemas minúsculos que ponen de manifiesto su cortedad de miras (…).
Cuanto más vacíos estemos de nosotros mismos, más cabrá dentro de nosotros. (...) Debes vaciarte de todo lo que no eres tú (...).
Por supuesto que las cosas me tocan, los virus me infectan, las corrientes me arrastran o las tentaciones me tientan (...), pero soy yo quien decide (...) cómo reaccionar a esa corriente o responder a ese reclamo. (...)
Dentro de nosotros hay un reducto en el que podemos sentirnos seguros: una ermita, un escondite en el que cobijarnos (...).
La meditación, ¿o debería decir simplemente la madurez?, me ha enseñado a apreciar lo ordinario, lo elemental. Viviré por ello desde la ética de la atención y el cuidado. Y llegaré así a una feliz ancianidad, desde donde contemplaré, humilde y orgulloso a un tiempo, el pequeño y gran huerto que he cultivado.
Pablo D´Ors, "Biografía del silencio"