“Practico el decir no para simplificar mi vida, y una y otra vez descubro que no lo hago lo suficiente. Se requiere una férrea disciplina, pero el esfuerzo merece realmente la pena. Sin embargo, se trata de una cuestión delicada. Hay necesidades y oportunidades a las que debemos responder. El compromiso de mantener la simplicidad en medio de un mundo complejo es un acto que requiere un delicado equilibrio…No podemos controlarlo todo. Pero el hecho de elegir la simplicidad siempre que sea posible incorpora en la vida el ingrediente de la libertad profunda, algo que nos resulta extraordinariamente esquivo, así como un sinfín de oportunidades para descubrir que menos es más”.