
Perdido.
Detente.
Los árboles y arbustos que te rodean no están perdidos.
El lugar donde estás se llama Aquí.
Y debes tratarlo como a un poderoso desconocido, debes pedir permiso para conocerlo y ser conocido. El bosque respira. Escucha.
Te responde: he creado este lugar a tu alrededor,
si te vas, puedes regresar de nuevo simplemente diciendo Aquí.
No hay dos árboles iguales para el cuervo.
No hay dos ramas iguales para el gorrión.
Si el valor de un árbol o un arbusto te pasa desapercibido, sin duda estás perdido.
Detente.
El bosque sabe dónde estás.
Déjale que te encuentre.