La filosofía clásica distinguió entre entre el nous, la razón superior o la aprehensión contemplativa, y la razón inferior, la razón discursiva o mente pensante. (...)
Numerosas tradiciones de sabiduría coinciden en afirmar que, si tenemos el sabor del ser, de la verdad, del bien y de la belleza (y este sabor no es aprendido) es porque dichas cualidades son reflejo de una realidad subyacente (...). Esta intuición, que no es una propuesta teórica, sino una constatación experiencial, ha sido central en las grandes tradiciones de sabiduría. (...)
Vivenciamos la ausencia de plenitud como algo antinatural porque nuestra naturaleza profunda es plenitud, porque en nosotros hay una demanda y un "recuerdo" de plenitud. (...)
Ahondando en nuestra propia individualidad hacemos pie en una dimensión que es más profunda y originaria que nuestra persona particular; una dimensión que es común a todos, universal, impersonal, (...) sagrada.
"SER, NADA MÁS. Y BASTA. ES LA ABSOLUTA DICHA", Jorge Guillén, Cántico
"El arte de ser", Mónica Cavallé