Trata de prestar atención a la respiración mientras contemplas una puesta de sol o estás en contacto con la naturaleza. Establece un contacto profundo con la belleza que se despliega ante ti. Inspira... ¡qué felicidad!... luego exhala... ¡qué hermosa puesta de sol! Y sigue practicando así unos cuantos minutos.
Establecer contacto con la belleza de la naturaleza hace la vida mucho más hermosa, mucho más real y, cuanto más atento y concentrado contemples la puesta de sol, más profundamente se te revelará. Tu felicidad se multiplicará entonces por diez o por veinte.
Cuanto más atentamente observes la hoja de una flor o escuches el canto de un pájaro, más profundamente conectarás con ellos.
Al cabo de un minuto de esta simple práctica, te sentirás más alegre y tu respiración se volverá más profunda y más lenta. (...)
Si, mediante la atención plena a la respiración, generas armonía, profundidad y calma, estas acabarán impregnando tu cuerpo y tu mente.
Todo lo que ocurre en la mente acaba, de hecho, afectando a tu cuerpo y viceversa. Esto es algo que, si has practicado meditación, ya habrás descubierto.
"Estás aquí. La magia del momento presente", Thich Nhat Hanh