Hoy en día está sólidamente reconocida la influencia del organismo sobre el cerebro. (...) Antes de hacer consciente una emoción, se manifiestan las sensaciones corporales: el cuerpo sabe aquello de lo que la mente no se ha dado cuenta, (…) por lo que las personas con mayor consciencia corporal toman decisiones más acertadas. (…)
Así por ejemplo, el estrés crónico repercute en el sistema cardiovascular, digestivo, reproductivo, inmune, nervioso, endocrino… y altera el equilibrio del estado de la microbiota intestinal. William James nos recordaba que la mejor arma contra el estrés es nuestra habilidad para elegir un pensamiento frente a otro. Ahora podemos añadir que otra buena arma contra el estrés es nuestra habilidad para elegir un alimento frente a otro. (…)
Por otra parte, es crucial saber cómo extraer todos los beneficios que nos supone una buena respiración. La frecuencia de respiraciones (inhalación + exhalación) en una persona adulta es de unas 15 por minuto, pero en una situación de estrés cambia a 25 o 50 por minuto, y en una de relajación puede bajar a 6 ciclos por minuto. (…) Además, las personas cuyos tiempos espiración son cortos experimentan mayores niveles de ansiedad. (…) También es importante tener en cuenta que la respiración nasal tiene ventajas sobre la bucal: la nariz prepara el aire para que pueda penetrar de forma saludable en el cuerpo (calentamiento y filtrado) (…) Cuando la respiración es automática, está guiada desde el tronco encefálico, pero cuando está moldeada voluntariamente las órdenes las toma la corteza frontal del cerebro. (…) Convertir la respiración automática en un acto voluntario y libremente gobernado nos devuelve de manera inevitable al presente y requiere de una fuerte atención, (…) ahí reside la potencia de la meditación.
Asimismo, la dinámica eléctrica del corazón cambia en función de las emociones. Al igual que sucede con la respiración, la respuesta fisiológica del cuerpo antecede a la vivencia consciente de la emoción. (…)
En conclusión, la lectura de estas líneas no solo depende de la reserva cognitiva del lector, de su interés, intelecto y formación, también se supedita a las bacterias de su intestino, a los tiempos de inspiración y espiración, a la postura de su esqueleto y a los latidos de su corazón. Está usted leyendo con todo el cuerpo. (…)
La meditación, aunque a veces se defina como una técnica mental de control de la atención sobre uno mismo, va más allá. Es un tiempo durante el cual somos el objeto de observación, de escucha. Es una contemplación ecuánime o curiosa de lo que sentimos en el cuerpo, de las proyecciones mentales que se despliegan espontánea e involuntariamente. (…) No se trata de analizarse a uno mismo, sino de olvidarse de sí mismo. (…) Algunos maestros la han definido, con acierto, como una vuelta a casa.
“No existe otro mundo excepto el que experimentamos”
Francisco Varela, neurocientífico
Neurociencia del cuerpo. Cómo el organismo esculpe el cerebro.
Nazareth Castellanos
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