Cuando las personas comienzan a practicar la meditación, a menudo se quejan de que la meditación no es para ellos, porque se distraen con facilidad. Esto es porque hay un malentendido generalizado de que la meditación consiste en dejar la mente en blanco. De hecho, las distracciones no son un obstáculo para la práctica; las distracciones (que surgen en el 100% de los practicantes, principiantes o expertos) son las que permiten la práctica, ya que practicar consiste precisamente en notar que estamos distraídos y traer la mente de vuelta a lo que estamos poniendo atención.
Una práctica tradicional para cultivar la mirada silenciosa consiste en concentrarse en la respiración. Es una práctica realmente efectiva que ancla la mente en el presente a través de traer una y otra vez nuestra atención a las sensaciones corporales de nuestra respiración (usualmente en el abdomen o en la nariz). (...) Cuando notes que tu mente se distrae, como naturalmente sucederá, puedes volver a llevarla a la respiración con amabilidad, recordando que la idea no es que no haya distracciones, sino que seas capaz de darte cuenta de que te has distraído y puedas volver a tu foco de atención.
En lo cotidiano, es muy útil hacernos preguntas como «¿qué estoy haciendo?» o «¿dónde está mi mente ahora mismo?» Y sin juzgarnos, recolectar nuestra mente y volver la atención a lo que estamos haciendo. Puedes prestar más atención al hábito del multitasking (hacer más de una cosa a la vez), no solo porque este hábito alimenta nuestra tendencia a estar ausentes, sino también porque simplemente, en términos de productividad, cuando hacemos varias cosas a la vez no hacemos ninguna bien (...).
Por último, si te es posible, pasa algún tiempo en contacto con la naturaleza, observa y toca un árbol, escucha a los pájaros, mira el mar si vives en la costa o mira el cielo y sus nubes, donde sea que vivas. Cultivando una mirada silenciosa, disminuye tu umbral de asombro y aprecia la magnificiencia de lo simple.
Extracto del libro "Presencia plena. Reflexiones y prácticas para cultivar mindfulness en la vida cotidiana", de Gonzalo Brito, Catalina Segú y Claudio Araya